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17 AGO 2022

Somos locales otra vez

Casi 200 kilómetros separan una historia particular de clubes que comparten más que los colores

Son aproximadamente las 20.15 h en Montevideo y el Parque Batlle ingresa lentamente en la noche, casi sin percibir la cercana disputa de un partido de fútbol, correspondiente a la Copa AUF Uruguay.

 

Es más, en el campo de juego del Parque Palermo abundan balones ovalados, se hace fuerte el sonido del esfuerzo de los jugadores al momento de un scrum y lo único que podía despertar la sorpresa de los presentes, en ese momento, era un tackle, no así una moña o un caño. Ese refinado plato se serviría recién dos horas más tarde, primero tenía que terminar la práctica de rugby.

 

En el vestuario visitante del estadio ya estaba la delegación del Palermo Fútbol Club de Rocha. Un grupo de 5 o 6 hinchas, colaboradores, directivos y multitarea empezaron a marcar territorio con la marca registrada de los hinchas: las banderas.

 

Paralelamente, el Profe Mateo Schiaffino, quien además es jugador del plantel, va a defender al equipo en la liga local, pero no pudo ser inscripto para la copa porque fue un pase reciente desde el Rocha FC, colocaba con la precisión de un médico los conos y los balones a disposición de los jugadores que más tarde harían los ejercicios precompetitivos.

 

Por cosa del destino, o vaya uno a saber qué factor, Palermo disputó su segundo partido en el certamen en el Parque Palermo. Y si bien parece un juego de palabras, o una broma digna de utilizar en redes sociales con el meme de Spiderman, la conexión nos lleva a los orígenes del club para comprender esta vinculación.

 

Entre nosotros jodíamos, decíamos que era nuestro estadio. La verdad que nos encantó venir, el césped estaba tremendo y sirvió para sumar experiencia”, contó tras el partido el volante Joaquín de León.

 

En 1954 cuando el presidente de la institución, Manuel Mato, quien estaba vinculado a Central Español, envió a un delegado a Montevideo con el objetivo de dar a conocer el club, cuyo nombre surgió gracias al escenario deportivo que 68 años más tarde pisó el club rochense para jugar por primera vez.

 

Si bien esa visita de antaño no tuvo el éxito de llevar indumentaria hacia el departamento costero, debido a la crisis económica que atravesaba el palermitano, el enviado se llevó nada menos que una bandera color roja, con bastones blancos y vivos azules, con las siglas C. F. C. Ante esto, los de Rocha solo tuvieron que modificar la letra P por la primera C y de allí en más los colores dejaron de ser mera casualidad. Es más, inició un camino que se mantiene hasta ahora, incluso en el juego frente a Uruguay Montevideo, rival correspondiente a la Segunda Fase de la Copa AUF Uruguay.

 

La historia, a veces, es injusta y nos permite pasar de la década del ’50 al 2022 en un salto, pero desde ese tiempo a esta parte, grosso modo, Palermo se quedó dos veces con la Copa de Campeones del Interior (actualmente conocida como la Copa Nacional de Clubes de OFI) y alzó 19 veces el trofeo de la Liga Rochense.

 

En esta primera Copa AUF Uruguay, el plantel contó con varios jugadores del departamento, entre ellos el célebre Darío Ferreira, el experiente zaguero Alejandro Buitre Rodríguez, quien surgió deportivamente en Nacional, Diego Martiñones, ídolo y bicampeón uruguayo con el Danubio Fútbol Club, por si fuera poco, clave en la clasificación en la primera fase frente a Piriápolis.

 

Párrafo aparte, dentro de estos destaques, para Diego Roberto Sosa, el argentino más rochense de todos. El defensa de 42 años, quien cerró el encuentro con un fuerte golpe en su cabeza, no solo pasó por varios clubes históricos de su país, como Deportivo Español y San Martín de San Juan. En Uruguay fue dirigido por Juan Ramón Carrasco en el gran plantel de River Plate de los años 2008 – 2009 y años antes confirmó el plantel que levantó la copa más importante del fútbol rochense en el fútbol uruguayo: el Torneo Apertura 2005 con Rocha Fútbol Club.

 

Sin embargo las líneas anteriores quedan como una mera presentación de recuerdo, más aún sabiendo que la carrera a Sosa le iba a regalar una página más, esta es más emotiva que tangible. Compartió plantel en los dos partidos de la Copa AUF Uruguay con su hijo, Thiago Sosa, de 16 años. El oriundo de Pilar lo definió como “un regalo de Dios impagable”.

 

Somos de puestos diferentes, yo soy más aguerrido y el es más de jugar. Toda la habilidad mía se la llevó él”, contó entre risas minutos después del pitazo final del árbitro Santiago Motta.

 

Dentro de las perlitas que regaló la noche del Parque Palermo, una tal vez pasó desapercibida, pero marca a flor de piel la apertura de posibilidades de este novel torneo. En el banco de suplentes del conjunto que orienta Alejandro Lioret se ubicó, con la camiseta número 19, Agustín Tejera, quien próximo a cumplir 14 años,  el 5 de setiembre, fue el jugador más joven en integrar una convocatoria hasta el momento (le ganó por unos meses de diferencia a Fausto Grunullú de Durazno FC).

 

Sabor agridulce

 

El placar final marca que la victoria fue para el Pueblo homónimo ya que Uruguay Montevideo ganó 2-1. Sin embargo, a los 10 minutos de juego, Gonzalo Figueroa batió a Lucas Rodríguez, figura del encuentro por su incidencia al final del cotejo, y marcó el 1-0 parcial para el elenco de Rocha.

 

Veníamos más que nada a cumplir y a dejar una buena imagen para nosotros. Por momentos tuvimos controlado el partido, hicimos el gol, que es una alegría personal, obviamente, pero hubiese sido mejor si se coronaba con un triunfo”, contó el goleador de Palermo en la noche del Palermo.

 

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