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24 JUL 2021

A 10 años de Uruguay campeón de América en Argentina 2011

Informe realizado por la Asociación de Historiadores e Investigadores del Fútbol Uruguayo (AHIFU) para la AUF 

La imagen de Diego Lugano levantando la Copa América número 15 de Uruguay, la de Luis Suárez recibiendo el premio de Mejor Jugador del certamen, la de Sebastián Coates mostrando el de Mejor Jugador Joven y la ronda de los futbolistas celestes alrededor del trofeo en la cancha del Monumental de Núñez en Buenos Aires todavía están frescas en la retina de la mayoría. Y eso que ya pasó una década de todo aquello.


Este sábado 24 de julio se cumplen 10 años de la obtención de la Copa América en Argentina, país en el que la Celeste había ganado la primera edición en 1916 y que había repetido en 1987. Fue hasta el momento la última consagración continental de Uruguay y significó además el pináculo de una de las mejores generaciones de futbolistas que tuvo la selección.


La Copa América de 2011 fue la confirmación del excelente momento de Uruguay, que volvía a consolidarse como una potencia mundial futbolística. Todo había comenzado un año antes, con la obtención del cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica. El maestro Óscar Washington Tabárez mantuvo la base de ese plantel. Repitieron: Fernando Muslera, Diego Lugano, Diego Godín, Walter Gargano, Mauricio Victorino, Sebastián Eguren, Luis Suárez, Diego Forlán, Álvaro Pereira, Juan Castillo, Sebastián Abreu, Nicolás Lodeiro, Diego Pérez, Maximiliano Pereira, Egidio Arévalo Ríos, Andrés Scotti, Edinson Cavani, Martín Cáceres y Martín Silva. Es decir: 19 de los 23 que habían ido al Mundial también llegaron hasta Argentina.

 

La fase inicial

La selección fue de menos a más en el certamen. El comienzo fue titubeante, con dos empates, ambos por el mismo marcador: 1-1.

En el debut, el 4 de julio contra Perú en el estadio del Bicentenario (San Juan), el tanto de un equipo vestido completamente de celeste lo marcó Luis Suárez a los 45 minutos luego de una muy buena habilitación de Lodeiro. Significó el empate, porque Paolo Guerrero había abierto la cuenta a los 23. El equipo: Muslera; Cáceres, Victorino, Lugano, “Palito” Pereira; Arévalo Ríos, Diego Pérez, Lodeiro (Cristian “Cebolla” Rodríguez); Forlán; Cavani (Abel Hernández) y Suárez.

Cuatro días más tarde, el 8 de julio, el rival fue Chile en Mendoza. Fue como jugar de visitante y el tanto lo convirtió “Palito” Pereira con un zurdazo cruzado a los 53’ luego de recibir la asistencia de Suárez. Alexis Sánchez igualó a los 64’. La formación celeste: Muslera; Maximiliano Pereira (Sebastián Eguren), Lugano, Coates, Cáceres; Arévalo Ríos (Lodeiro), Diego Pérez, Álvaro Pereira; Forlán; Cavani (Álvaro “Tata” González) y Suárez.

El cierre de la fase de grupos fue el 12 de julio con la victoria 1-0 sobre México en el Estadio Único de La Plata que significó el pasaje a la siguiente ronda. Otra vez “Palito” Pereira hizo el gol al tomar un rebote en el área chica. Tabárez alineó a: Muslera; Maxi Pereira, Lugano, Coates, Álvaro Pereira; Álvaro González (Lodeiro), Diego Pérez, Arévalo Ríos, Cristian Rodríguez (Eguren); Forlán (Sebastián Abreu) y Suárez.

Luego de un triunfo y un empate, los 5 puntos dejaron a la Celeste en segundo lugar detrás de Chile. Eso significaba enfrentar al local Argentina en cuartos de final.

 

El gran triunfo

La fecha marcada era la del 16 de julio. El día que se cumplían 61 años del Maracanazo había que hacer otra hazaña: dejar por el camino a la Argentina de Messi, Tévez, Mascherano, Gago, Di María, Agüero e Higuaín y en su casa.

Muslera; Maxi Pereira, Lugano, Victorino (Scotti), Cáceres; “Tata” González, “Ruso” Pérez, Arévalo Ríos (Eguren), “Palito” Pereira (Gargano); Forlán y Suárez fueron los elegidos de Tabárez para iniciar el juego en el estadio Brigadier General Estanislao López, en Santa Fe, más conocido como el Cementerio de los Elefantes. Y la cosa empezó bien.

Centro frontal y lejano de Forlán a los 5 minutos, cabezazo del “Pelado” Cáceres y por el segundo palo entró solito el “Ruso” Pérez para empujar la pelota y marcar el 1-0. Mejor comienzo imposible. Toda la presión quedaba del lado argentino. La roja al “Ruso” Pérez a los 38 minutos complicó el panorama, pero terminó haciendo que el triunfo fuera más épico.

Los 90 minutos y la prórroga finalizaron con empate a 1 (igualó Higuaín a los 17’) y se fue a la definición por penales. Los cinco celestes que lanzaron, acertaron: Forlán, Suárez, Andrés Scotti, Walter Gargano y el “Pelado” Cáceres. La diferencia la hizo Fernando Muslera al contener el tercer disparo de Argentina, ejecutado por Carlos Tevez.

Otra hazaña un 16 de julio, que fue relatada así por Pedro Carcuro en la televisión chilena: “Lo hicieron de nuevo. Sí señora, sí señor: lo hicieron de nuevo. Son los uruguayos, son los mismos de siempre. Son los del Mundial del 50; son los de los Juegos Olímpicos; son los de las Copas Libertadores. Son ellos, son los orientales; son los charrúas; son los inclaudicables. Hay que ser uruguayo para ganar una definición aquí en Santa Fe. Este estadio ha sido el Cementerio de los Elefantes para Argentina. Hay que ser uruguayo para abrazar de nuevo la gloria. Hay que ser uruguayo para imponerse en dramático final. Otra vez lo hicieron. Sí señora, sí señor: Cáceres en el último penal”. Volver a oírlo para hacer esta crónica eriza la piel una vez más.

 

Otra vez Perú en el camino

La final estaba a un paso. Perú, que había sido el primer rival de Uruguay en el certamen y que había avanzado como uno de los dos mejores terceros, había sorprendido a Colombia al ganarle 2-0 en alargue, por lo que volvía a cruzarse con la Celeste en semifinales.

El 19 de julio, otra vez en La Plata, Uruguay liquidó el partido en cinco minutos: entre el 52 y el 57, cuando Suárez marcó un doblete. Muslera; Maxi Pereira, Lugano, Coates, Cáceres; “Tata” González, Gargano (Eguren), Arévalo Ríos, “Palito” Pereira; Forlán y Suárez (Abel Hernández) fueron los que jugaron. La gloria estaba a un paso.

 

Y llegó la 15

Después de lo que había sido la actuación en Sudáfrica y el camino de preparación, la consigna con la que salió Uruguay a Buenos Aires fue ganar la Copa América por decimoquinta vez. Aquel 24 de julio de 2011 Buenos Aires amaneció llena de uruguayos ilusionados con ver al Equipo de Todos hacerlo realidad. El Monumental volvió a vestirse de celeste, como en 1987 cuando —también después de dejar por el camino a Argentina aunque en semifinales— Uruguay había ganado su título 13.

¿El rival en la final? Un sorprendente Paraguay, que sin haber ganado ningún partido, pero invicto, llegó a la definición. Los guaraníes, dirigidos por Gerardo Martino, insólitamente habían empatado sus cinco partidos anteriores: los tres del grupo ante Ecuador, Brasil y Venezuela, el de cuartos contra Brasil y la semifinal ante Venezuela, eliminando a estos últimos dos en penales luego de sendos 0-0.

Muslera; Maxi Pereira (Cavani), Lugano, Coates, Cáceres (Diego Godín); Álvaro González, Diego Pérez (Eguren), Arévalo Ríos, Álvaro Pereira; Forlán y Suárez fueron los titulares. Godín, el hoy capitán, no había podido jugar ni un minuto porque se había lesionado en la previa al torneo y entró a los 85’ para ser parte de la gesta.

Uruguay jugó su mejor partido en esa final, porque fue netamente superior desde el primer minuto hasta el último e hizo gala de una gran contundencia. A los 11 minutos abrió el marcador Suárez luego de un excelente control de derecha, hacer pasar a un rival y disparar de zurda al segundo palo.

Luego vino el doblete de Forlán. A los 41’ Uruguay presionaba, el “Cacha” Arévalo Ríos robó una pelota en la salida paraguaya, la pasó y Diego, de primera y de zurda, sacó un latigazo cruzado para el 2-0. Con el título ya definido, la Celeste liquidó el partido fiel a su historia: de contraataque. “Tata” González para Cavani, el “Matador” para Suárez y la asistencia de cabeza del “Pistolero” para “Cachavacha”, quien de zurda tocó suave por el costado del cuerpo de Justo Villar para desatar la fiesta.

Hace hoy 10 años Uruguay ganaba la Copa América por decimoquinta vez y se consagraba como la selección que más veces la había conquistado. Fue campeón, tuvo al mejor jugador del torneo (Suárez), al Mejor Jugador Joven (un Coates que con 20 años solo había disputado un partido antes de ir a Argentina y que tuvo una magnífica actuación), se llevó el premio al Fair Play y puso seis jugadores en la oncena ideal: Maxi Pereira, Lugano, “Palito” Pereira, “Ruso” Pérez, Forlán y Suárez.

Aquellos celestes de hace una década escribieron una nueva página gloriosa para el fútbol uruguayo. Y como cantaba El Sabalero en Chiquillada, “lindo haberlo vivido para poderlo contar”.

 

Informe realizado por la Asociación de Historiadores e Investigadores del Fútbol Uruguayo (AHIFU). Autor: Daniel Rosa / www.ahifu.uy)