Buscar en:
En la final de la Copa del Mundo de 1930, en el Estadio Centenario (Montevideo- Uruguay), no hubo entrega del emblemático trofeo diseñado por Lafleur, la Jules Rimet. Sin embargo, observando la película y algunas fotos*1 desde el campo de juego, se puede apreciar al jugador Pablo Dorado, autor del primer gol de la selección uruguaya, realizando la vuelta olímpica junto a sus compañeros y alzando una importante copa brillante, de la cual se advierte su base de madera desprendida.
En el marco de los trabajos de preservación y organización del fondo documental histórico, que actualmente, en la Asociación estamos trabajando, con el hallazgo del Libro de Actas del Comité Organizador del Primer Campeonato Mundial de Fútbol, se ha generado una consideración de los hechos acontecidos antes y durante el primer Campeonato del Mundo. Varios artículos de prensa publicados en los últimos años refieren como “el enigma o el misterio de la copa en la vuelta olímpica de la consagración en la final”, compartiendo todos ellos, la relevancia del hecho a nivel histórico, así como el valor afectivo que tiene la misma.
Luego de una exhaustiva revisión de la documentación generada y recibida por las Comisiones Delegadas que gestionaron la organización de la Copa del Mundo, no se descubrieron referencias textuales a la enigmática Copa. Sin embargo, observando el invaluable acervo de objetos y documentos en exhibición que custodia el Museo de Fútbol, ubicado en el mítico Estadio Centenario, precisamente en el “sector 1930”, podemos encontrar la singular copa – como se aprecia en esta mejorada ampliación de la fotografía*2, capturada durante “la vuelta olímpica” el 30 de Julio de 1930 – que concuerda con el tamaño, diseño, brillo y características materiales.
Agregando el detalle de la base de madera salida del cuerpo y la presencia de un circulo blanco en el centro (sello joyería Mappin & Webb). Esta empresa de origen británico, tiene más de 240 años de tradición con una probada trayectoria histórica en el mundo de la alta joyería. La empresa se expandió internacionalmente, habiendo contando con una sucursal en la calle Florida de la Ciudad de Buenos Aires (Argentina), la que con su sello certificó ser la creadora de la Copa mencionada.
Mappin & Webb, con base actual en Londres, Inglaterra, recibió autorizaciones reales y encargos de monarcas de todo el mundo y se convirtió en sinónimo de excelencia en artesanía británica. Destacándose entre otros eventos: 1930 - pieza conmemorativa de plata para el vuelo en solitario de Amy Johnson de Inglaterra a Australia; 1960 - suministra relojes de bolsillo y ceniceros de oro macizo a Winston Churchill; 2012 - Los artesanos de Mappin & Webb son nombrados joyeros de la corona; 2015 - estatua de plata del Duque de Wellington para conmemorar el 200 aniversario de la Batalla de Waterloo.
La copa fue obsequiada por el Teatro Colón de Buenos Aires, y, sobre el cuerpo de la misma, luce grabada la siguiente leyenda:
“A LOS CAMPEONES DEL MUNDO PREMIO PEDRO MIRASSOU 1930 TEATRO COLÓN “
REFERENCIAS:
https://teatrocolon.org.ar/el-teatro/
https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_Mappin_%26_Webb
https://www.mappinandwebb.com/our-history