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Se encontraron por primera vez con niños de Montevideo que intercambian cartas manuscritas.
En el marco del partido Uruguay - Bolivia, por las Eliminatorias rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 2026, niños y niñas que conforman el proyecto De Puño y Letra , de distintas partes del Interior del país, visitaron el Estadio Centenario para alentar a la Selección.
De Puño y Letra surgió a través de una maestra, un ingeniero agrícola y una promotora cultural, con el objetivo de acercar las realidades del campo y la ciudad entre sí. El mecanismo para esto es un antiguo pero confiable medio de comunicación: la carta escrita a mano.
Ochocientos niños de escuelas rurales se envían mensajes manuscritos, en el que comunican sus gustos, su vida cotidiana y todo lo niños que esos desean dar a conocer.
Se inició con la correspondencia entre la escuela rural 30 de Laureles, Salto, y niños de Pequeños Gourmet en Acción, en El Pinar, Canelones. Los referentes de estos lugares son Inés de Lisa, maestra directora de la escuela, y Gabriela Zabaleta, gestora cultural.
El intercambio fue tan rico que se comenzó a compartir la experiencia con docentes de todo el país, que uno a uno se fueron sumando. Actualmente son aproximadamente 800 niños rurales y urbanos de 16 departamentos que comparten experiencias, costumbres, sentimientos e inquietudes. En cada carta, escrita a mano, se demuestra la riqueza de cada lugar, tanto rural como urbano. Los niños disfrutan de mostrar su entorno a través de las palabras, mientras que se deleita con todo lo que su amigo o amiga por correspondencia le cuenta con tanto entusiasmo. En este ir y venir se han contagio las familias y la comunidad, por lo que las fronteras de este movimiento han sobresalido los límites de las aulas.
El pasado 21 de noviembre, esos niños se encontraron en Montevideo con motivo del partido Uruguay - Bolivia. La AUF abrió las puertas del mítico Estadio Centenario para hacer realidad lo que fue un sueño de todos, conocer el mejor estadio del país y alentar a nuestra Selección. Unos 600 escolares y 100 adultos responsables se ubicaron en la Platea Olímpica para ver el partido, con invitaciones cortesía de la AUF. La fiesta fue completa para estos chicos y chicas, que volvieron a sus hogares, en cada departamento del país, con la felicidad del sueño cumplido.