Bella Vista ascendió a la Segunda División Profesional, tras vencer 2-1 a Colón, el pasado domingo (2/12) de tarde en el Parque Roberto.
De esta manera, el equipo que dirige Erardo Cócaro ganó 4-3 en el resultado global ya que en el primer encuentro, disputado 7 días antes en el estadio Nasazzi, culminó 2-2.
Luego de la consagración, el mediocampista Diego Cordero, autor del 1-0 parcial en el escenario del Racing Club de Montevideo le brindó una entrevista a la web oficial de la AUF.
Más allá del cansancio y todas las emociones vividas en segundos, su objetivo era disfrutar el momento, sin descuidar su trabajo fuera del fútbol, al que debía asistir a la tarde posterior a la vuelta olímpica y continuar con sus obligaciones.
-¿Tardo más de la cuenta en llegar este premio?
Sí, solo teníamos que ganar un partido y terminamos jugando cuatro. No queríamos que sucediera, pero al final fue muy lindo. Estoy muy contento por la gente.
-¿Llegaron los dos mejores clubes del año a la definición?
Sin duda. Lo decían los números y el juego. Es más, no solo fuimos los más destacados ahora, en 2017 también.
-Las estadísticas están para romperse. A Colón no habían podido superarlo en toda la temporada. ¿No querían dejar pasar la chance?
Es verdad, ahora que me lo decís, no habíamos podido con ellos en todo el año. Nos tenían un poco de hijos.
-¿En qué aspectos pusieron énfasis durante los últimos entrenamientos?
Creo que lo deportivo no tenía mucho sentido. Estaba todo dicho. Apostamos a lo motivacional y en jugar por la gente que estaba al lado nuestro.
-¿Qué pensó cuando ingresó la pelota y marcó el camino de la victoria?
Mirá, esto no se lo dije a nadie. El miércoles pasado falleció mi tía. Se lo dediqué a ella porque no me pude despedir.
-Cuando el árbitro pitó el final, Andrés Chiquito Vismara y Adrián Berbia, dos grandes referentes del club, fueron dos de los que más recibieron abrazos y palabras de agradecimiento. ¿Esta copa fue fundamentalmente para ellos?
Sin duda. Recién cuando terminó fui a buscarlos a los dos para abrazarlos. El Chiquito siempre estuvo apoyando y Adrián, por más que llegó como un tipo reservado, cada vez que nos hablaba imponía un respeto impresionante. Aprendí un montón con él, no tengo más que palabras de agradecimiento.