El Castelão es el primero de los estadios de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™ que ha sido declarado oficialmente verde. De los doce recintos que se postularon para obtener el certificado internacional LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), el coliseo de Fortaleza es el primero que recibe la acreditación que reconoce la ejemplaridad de sus prácticas de construcción en lo que concierne a espacio sustentable, uso racional del agua, eficiencia energética, calidad ambiental interna, empleo de materiales de bajo impacto medioambiental y fomento de la innovación.
Para el arquitecto David Douek, director de OTEC, la consultoría que colaboró con el equipo de proyecto y obra para conseguir el certificado medioambiental LEED, lo más importante en cuanto al concepto de estadios verdes es la posibilidad de concienciar a un sector más amplio de la población sobre el concepto de sostenibilidad y sus aplicaciones prácticas.
“En otras construcciones, como fábricas o edificios comerciales, el acceso al grueso de la población es más limitado porque se trata de obras de carácter privado en el 99% de los casos. Sin embargo, los estadios suponen una excelente oportunidad de llegar a la sociedad y concienciar a una parte significativa de la población sobre los beneficios de concebir sus casas o edificios de una forma más sostenible, principalmente en lo que se refiere a una reducción en el uso de recursos naturales”, aseguró.
La importancia de un acontecimiento global
Así, un acontecimiento como la Copa Mundial de la FIFA™ adquiere más relevancia si cabe como medio de difusión de numerosas ideas y conceptos que van más allá del juego limpio y de las emociones que causan los grandes partidos. “El Mundial es siempre un acontecimiento deportivo con una gran repercusión, y poder asociarlo con la preocupación por la sostenibilidad es un modo de mostrar que dicha sostenibilidad no es algo inalcanzable ni aislado, sino que debe formar parte del día a día de todos”, añadió Douek.
Con el fin de cumplir los requisitos exigidos para la obtención del certificado LEED, se adoptaron una serie de medidas entre las que se incluyeron una reducción del 67,61% en el consumo de agua potable, que se logró mediante la utilización de metales y tecnologías que ahorran agua; un énfasis especial en el transporte público, con un total de cuatro líneas de autobús al estadio que superan la frecuencia mínima de 200 viajes; y un sistema de aire acondicionado que no emplea gases refrigerantes con CFC (clorofluorcarburos), sustancias que causan la destrucción de la capa de ozono.
Además, se evaluó también la política de prohibición de fumar en todas las zonas interiores del recinto y a menos de ocho metros de distancia de las entradas de aire de los edificios en las zonas exteriores, así como la construcción de áreas de tratamiento de residuos adecuadamente acondicionadas para el almacenamiento de residuos reciclables (papel/cartón, plástico, vidrio y metal) y dotadas de un sistema de recogida con una frecuencia apropiada.